Pero se queda lejos del nivel de The Queen. Ésta acertaba al elegir un instante de la vida de la reina, sólo uno, y, a partir de ahí, trazaba un perfil. La dama de hierro quiere repasar la biografía entera y, claro, así no hay manera.
Pese a todo tiene bastantes momentos interesantes. Como ese en que habla de los sentimientos y los pensamientos.
Bien. Meryl Streep se sale. Ya sea como Primera Ministra o como anciana con principio de Alzheimer, me deja alucinado.
Y, en fin, se vea como se quiera, en cuanto se fue ella volvieron los cobardes. Allí, aquí o allá. Ni uno solo de ellos ha sido capaz de tener sus tacones.
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