Pero, mira tú, se le ocurre ponerse a jugar con Raylan Givens en el primer capítulo, todavía más frío que él. Qué gran escena. Qué tensa, qué sencilla, qué ingeniosa.
-Lo siento por tu mantel.
Ava, esa peligrosísima veleta, parece mostrar interés, ahora, por el negocio de la marihuana.
Y Boyd, dentro de la cárcel, ha llegado justo al lugar que quería. Junto al que disparó a Ava.
Empieza bien.
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