Esta vez la trama comienza con la cápsula del tiempo, otro de esos inventos yanquis tan ocurrentes, tan absurdos, tan infantiles, que no te lo puedes creer. Encerremos algo en un bidón y que lo abran dentro de 50 años para que vean cómo vivíamos. Pues esta chorrada no sólo se la imaginan sino que, encima, van y la hacen y, además, parece que es una práctica muy extendida.
Y ahí tenemos a Leslie Knope promoviendo una cápsula del tiempo para Pawnee, Indiana, hasta que un obseso quiere que Crepúsculo, de Stephenie Meyer, esté en la cápsula.
Buf. Genial el modo en que contemplan la fiebre Crepúsculo: su adicción, su cristianismo, su paganismo, sus fans, sus detractores, su contagio... su esencialmente absurdo fenómeno de masas.
2 comentarios:
Para mí la tercera ha perdido bastante. Pero sí, la cápsula del tiempo estaba especialmente bien. Por cierto, voy por la sexta e insisto: haces mal en haber abandonado The Office.
Sólo he visto el 1 y el 3 de esta temporada. Y voy a ver sólo las que me recomiende un habitual.
"The Office", lo siento, nunca me hizo gracia. Gracia de verdad. Y hay que seleccionar cosas, así que...
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