15/5/08

Sean Penn

El tío no defrauda.
Llega a Cannes y, como es el presidente del jurado, le dejan micrófono y él no lo desaprovecha.
Sean Penn es de esos que piensa que el cine, y el arte en general, tienen que ser comprometidos.
Se equivoca, porque el Arte es completamente inútil. No lo digo yo. Lo dijo Oscar Wilde y él nunca se equivocó al hablar de Arte.
Lo que menos me gusta de ese imperativo (hay que hacer cine comprometido) es que quienes lo invocan colocan inmediatamente una restricción: tiene que ser comprometido si está de acuerdo con lo que a mí me gusta.
De hecho no existe cine comprometido. Existe cine ideológico. Si está de acuerdo con mis ideas se llama cine comprometido. Si no está de acuerdo con mis ideas se llama panfleto. Así es difícil ponerse de acuerdo, claro.
Yo creo que el cine comprometido o ideológico o panfletario es sólo un género más.
Dos panfletos de ideología opuesta que me encantan: Octubre (1928) de Sergei Eisenstein y El triunfo de la voluntad (1935) de Leni Riefenstahl. Respectivamente, el cine más soviético y más nazi que se pueda hacer. ¡Qué potencia de imágenes!
Si Sean Penn viese el cine comprometido de la señorita Riefenstahl quizá no estuviese tan a favor de este tipo de cine.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo malo del cine comprometido es que algunos de sus defensores quieren arrastrar a su huerto a cualquier película con escenario realista que no vaya sobre intelectuales en nueva york. Hace falta una etiqueta sin connotaciones para hablar de las pelis buenas que tratan de gente que trabaja en una tienda de un suburbio en Boston (mystic river). Realismo, cine social, son etiquetas feas y que llevan a error. Pero ya sabes que yo defiendo algunas pelis de Ken Loach y gente a´si, que no son panfletarias, por mucho que en el marco aparece Thatcher y el paro.

Individuo Kane dijo...

Estoy de acuerdo. La cuestión es que incluso hay panfletos que son obras maestras. Los dos que cito, por ejemplo. Como hay obras maestras en el cine social o en los dibujos animados.
Precisamente por eso el cine "no tiene" que ser comprometido. Puede ser cualquier otra cosa mientras sea bueno. Y también puede ser comprometido. El problema de Sean Penn es que todo esto no lo sabe.