Una
de las mejores pelis de terror que he visto. Un clásico automático.
La
peli es casi muda por entero. Por una buena razón: los monstruos son ciegos, detectan
a sus presas por el sonido. Seguimos a una familia. Tres hijos. Otro en camino.
Les preocupa el momento del parto, claro. Porque el bebé va a llorar.
Si
te asustas, no grites. Si te haces daño, no grites. Por mucho que duela, no
grites.
Sabiamente
no se preocupan sólo de los sustos. Retratan maravillosamente el carácter de
cada uno de los miembros de la familia. Y ahí está el aliciente porque, cada
uno, gracias a sus cualidades y defectos (sí, gracias a los defectos) ayudan en
la supervivencia. Y en la muerte.
Qué
40 minutos finales tan poderosos, qué situaciones tan bien desarrolladas, tan
tensas, tan bien medidas en su ritmo. Dura menos de hora y media. No se alargan
en vano. Cuentan lo que quieren contar y van al grano. Al grano del granero, muy literalmente también. No es muy original en soluciones y toma elementos de aquí y de allá, pero la combinación de todo ello funciona perfectamente.
Muy
grande. Una de las pocas pelis de terror que merece la pena ser vista.
Ya
está en mi canon junto a El exorcista,
La profecía, The Ring y El sexto sentido.
2 comentarios:
Estos son palabras mayores. Me ha entrado ganas de verla.
Por cierto, en tu canon no incluirías El expediente Warren?
No sé. Me pareció muy buena, la verdad. Pero es que "El exorcista" es otro nivel y casi agota el tema por completo. Tan radical, tan intensa y, sobre todo, realizada en el momento en que se hace. Pero desde luego El expediente Warren merece estar muy alta.
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