2/11/12

El profesor

Esta película tiene muy poco sentido en lo que cuenta y en la forma de contarlo. Es más basta que una infusión de virutas de titanio.
Formalmente arranca con vocación documental. Pero enseguida se fractura con animaciones en pizarras, imágenes insertadas sin mucho sentido, flashes incompletos que no aclararán nada, lentes ojo de pez, contrapicados irrelevantes (¿a qué vienen tantísimos contrapicados absurdos?).
La narrativa, por momentos, llega al histrionismo surrealista. Lo de Marcia Gay Harden tirada en la moqueta hablando por teléfono es ridículo. Lo aceptas por la atmósfera envilecedora que ha creado y porque la actriz es competente. Pero es ir demasiado lejos.
Lo que cuenta... En fin. No puedes, insisto, no puedes, bajo ningún concepto, hacer una película sobre educación en la que todas las historias son negativas, extremadamente sórdidas, cargadas de cinismo, embrutecedoras, sin esperanza alguna.
La lectura final, La caída de la casa Usher, viene a ser un buen resumen. Como si el más torturado Poe hubiese escrito su relato refiriéndose a la educación.
Tony Kaye está llegando al límite de su proceso hacia la locura. Quiero decir que yo no tengo la culpa de que lo pasase tan chungo en el insti.

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