
Esto prueba que uno no debe criticar las cosas antes de verlas. Las asociaciones cristianas se habrían evitado publicitarla y, al mismo tiempo, habrían comprobado que la serie es una nadería. Menos ácida, menos mordaz, menos agresiva de lo que pretende y de lo que cabría esperar.
Una tontada concebida como comedia sin gracia. Un motivo excelente para que la cancelaran en el cuarto capítulo. De no haber recibido publicidad gratuita no habría llegado a tanto.
Y eso es una excelente noticia. No sólo por el hecho de que cancelen una cosa absurda, sino porque, de paso, liberan a nuestra actriz de bolsillo favorita, Kristin Chenoweth, permitiéndole que, en la próxima temporada de The Good Wife, la veamos como un personaje habitual, una periodista husmeando en la vida de los Florrick.
Y eso pinta muy bien. Gran fichaje, sí señor.
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