Es una película críptica, angustiosa y con personajes sorprendentes que van apareciendo justo cuando hacen falta. Durante gran parte del metraje, todos esos personajes, como piezas de un puzzle, te mantiene en vilo. Cuando las encajas, pierde algo de interés. Aun así tiene buenos momentos dramáticos, una música hiptnótica y un ritmo lánguido pero apropiado.
La cuestión, tal y como yo lo veo, es una prueba de amor. Aunque con ese final abierto supongo que se puede interpretar prácticamente cualquier cosa.
Hay quien sabe narrar muy bien la sordidez.
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