Camelot según Guy Ritchie. Camelot
rock.
Vortirgen
(Jude Law) asesina a su hermano Uther Pendragon (Eric Bana) para
justificar el destierro de los magos. El hijo de Uther, Arturo (Charlie
Hunnam), es criado por prostitutas en Londres, un ladronzuelo, un pilluelo,
un chaval que poco a poco se convierte en el más duro del barrio.
La
leyenda artúrica en plan modernizado, con esa música cañera y ese montaje tan
característico de Ritchie: ágil, muy dinámico, con algún rebobinado, flasback y flashforward intercalados en las conversaciones rápidamente…
Hay
un tramo que sin duda te recordará mucho a La princesa prometida: los acantilados, las RAG…
-Donde
hay veneno, hay un remedio.
No
siempre. Tal vez el punto de partida de esta película es lo bastante venenoso
como para que no se puede remediar. Entretenida sí es. Pero es que, a partir de
cierto momento, te cuesta bastante creer que estés viendo algo relacionado con
el rey Arturo o sus leyendas. Se convierte en un batiburrillo fantástico
comiquero/vidojueguil en donde cabe desde Simbad el marino hasta Matrix.
Esa pelea en el patio, cuando al fin acepta la espada (y a La Maga), es hasta
graciosa, pero ha dejado de ser una leyenda artúrica.
Pues
nada. Otra de esas pelis de verano que están en las salas para recordar a la
gente que los cines existen mientras llega algo mejor.
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