-Supongo que podrías
decir que nacimos con este trabajo.
No se estrenó en cine,
salió directamente en DVD y ha rodado por ahí, discreta. A mí me ha encantado
pero entiendo que pueda irritar a muchos.
La paradoja temporal se
lleva a tal extremo que la trama se vuelve un imposible. Lo que me fascina es
que todo se apoya en el puro cine, en el artificio, en el recurso del lenguaje
cinematográfico. La trama es el montaje. Pura forma que construye el fondo.
Hay una escena introductoria.
La siguiente secuencia, unos 50 minutos, muestra a dos hombres hablando en un
bar. Uno de los hombres cuenta su vida. Empieza así:
-Cuando yo era pequeña…
Y no parece una peli de
viajes en el tiempo. Sólo un hombre contando su durísima vida, las tragedias a
las que se ha enfrentado incesantemente. No te distraigas. Todo lo que pasa ahí
es importante aunque no lo parezca. Luego, el vuelco. El huevo o la gallina. O
el gallo.
Supuestamente los viajes en el tiempo otorgarían una gran capacidad de libertad para cambiar lo que deseas cambiar. Pero la tesis es la opuesta. El determinismo absoluto.
Muy bien Ethan Hawke
e impresionante Sarah Snook.
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