1/11/14

Caminando entre las tumbas

Scudder es un poli retirado. Ahora trabaja como detective privado sin licencia. A veces gana algo. Un narcotraficante le contrata. Al parecer hay dos tipos que se dedican a matar a esposas de traficantes.
Scudder tiene un socio, TJ, un chico vagabundo que le ayuda con algunas cosillas.
Me alegra que se trate más de una peli de investigación que de justiciero. Liam Neeson es una especie de Sam Spade, de Philip Marlowe, un detective que sobrevive como puede y se agarra a lo que puede.
Dirección sobria pero eficaz, aportando los datos justos, sin marear, bien planificada.
La penúltima escena, en la casa, no me gusta. Era sencilla y la embrollan. No sólo porque es imposible que ese tío atado se suelte (¿alguien lo puede explicar?) sino por ese ir y venir y porque el resultado habría sido el mismo con menos rollo.
Entretenida. Neeson cumple en el papel en que se ha especializado durante los últimos años.

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