La madre ha dejado de tomar pastillas y no
lo ha dicho. El hijo mayor está en trámites de separación y no lo ha dicho. El
hijo menor tiene la consulta de dentista en quiebra y no lo ha dicho. El padre
tiene un secreto más grande todavía y no lo ha dicho.
Este fin de semana se juntan.
Familia. Esa cosa tan complicada.
El realismo, la naturalidad de las
interpretaciones, es imponente. Unos actores que saben qué es dotar de
credibilidad a una historia. Las relaciones familiares, reacciones, las cosas
sobreentendidas. Sin histrionismos, sin espectáculo barato.
Hay dos secuencias que me encantan. Esa
canción al piano es maravillosa, cómo canta la madre, se incorpora el hijo,
luego el padre... La novia y el nieto observan... Fascinante en su poder de
empatía. La segunda escena es la del bosque en la noche, cuando el hijo se
tuerce el tobillo y ocurre algo inesperado.
En cambio, ese final tan, tan abierto... No
sé. Apenas se cierra ninguno de los arcos argumentales. No se cierra el
principal, sólo parcialmente los secundarios. Tal vez tiene que ser así y es necesario dejar en suspenso lo principal. Lo que pasa es que yo soy muy conservador para estas cosas y me gustan los finales-finales. Con todo, me ha gustado.
Interesante. Cuenta lo que quiere contar, no se excede en metraje, no hay
pérdidas de ritmo.
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