Rosebud no explicaba al Ciudadano.
Sigue siendo solamente un Individuo.
Eso es lo bueno: es inagotable.
Como ocurre con todo el buen cine.
Como ocurre con la vida.
Crítica y opinión de cine y series.
Así llaman los americanos al momento pasmoso
de una serie. Ese instante en que abres ojos y boca cuanto puedes. El momento
en que dices: ¡Pero qué coño...!
Ellos dicen: What the fuck!
Estábamos hablando de momentos WTF y se
sorprendieron cuando dije que mi mejor momento WTF era la aparición de Dawn Summers
(Michelle Trachtenberg) en Buffy,
cazavampiros. Llevábamos 5 temporadas. Y, de pronto, Buffy
tiene una hermana. Pero no una hermana secreta, no una hermana súbita.
Arrancaba el episodio y allí estaba Dawn, con 15 años, como si hubiese estado
siempre. Y Buffy discutía con ella como una hermana y la quería como a una
hermana y hacían cosas de hermanas. Dawn tenía su habitación y sus cosas y su
pasado. El espectador se preguntaba de dónde rayos
había salido aquella chavala. Porque Buffy no tenía una hermana. Y ahora sí la
tenía y había estado siempre ahí. Y estábamos en la 5ª temporada. ¿Una alucinación?
¿Un flashback? ¿Un flashforward? ¿Me he perdido un
capítulo? ¿Una temporada entera? El mayor descoloque que he tenido en mi vida
viendo una serie. Por cosas como esa empecé a valorar a Joss
Whedon.
Una especie de El curioso caso de Benjamin Button para niños.
El matrimonio Green no puede tener hijos.
Una noche entierran una caja en la que depositan los sueños que tenían para su
hijo. Y esa misma noche brota del jardín Timothy. Sería un niño normal si no
fuese porque tiene hojas en las piernas. Supercursi. Tipiquísima película de Disney. Todo
corazón, buen rollito, toques de comedia, sentimentalismo a mansalva. Familiar
a tope. Y realizada de modo impecable y rutinaria.
Tienen una máquina en la que metes el guión y cualquier director queda lobotomizado
para que lo filme conforme a los estándares de la productora. Hay cosas buenas como el hecho de que esté
presente Jennifer Garner en el papel de mamá de Timothy. Y Dianne
Wiest en la que, en mi opinión, es la mejor escena de la película. Ese
momento en que Timothy la dibuja y su expresión dura e inflexible se
transforma, bajo la mirada honesta del niño, en dulce y amable. ¿Y qué simboliza Timothy? ¿Una especie de Jesucristo
post-moderno pasado por un tamiz new-age? ¿La representación del puritanismo
yanqui? ¿Una metáfora de los ángeles? ¿Un puñetero gnomo de jardín? Vete tú a
saber. Con tal de no ser universales, en Disney inventan lo que sea. Pero eso
hace que no conectemos con la peli ni un segundo. Al menos yo no conecté. Lo de las hojas en
las piernas, el destino, el hacer feliz a la gente, sin ninguna explicación, así
porque sí, resulta demasiado inaceptable, demasiado marciano.
Tengo la sospecha de que la organización del
evento está en manos de una compañía de seguros. Cada vez arriesgan menos. Son
absolutamente anodinos.
Contratan a Seth MacFarlane para que
dirija el tinglado y así dar una imagen de incorrección y que este año van a ir
en plan basto y que en la alfombra roja las mujeres no vestirán de Prada
y Blahnik, sino que irán todas hechas unas zarrapastrosas como Helena
Bonham Carter. Pero Seth pronuncia una vez la palabra "teta" y todo el mundo queda
contento. Sin pasarse, ¿eh? Pensé que podrían arriesgarse, volverse
locos y darle el Oscar al mejor director a Spielberg. El tostón de Lincoln, una peli que ninguna
persona cuerda verá dos veces, sería honrada con un premio en plan intelectualoide.
Pues ni eso, oye. Se lo damos a la de Ang Lee. Bonita, mucho más comercial
y conseguimos el mismo resultado: ir de intelectualoides. Sin pasarse, ¿eh? Nada de jugársela con La noche más oscura
que, tras los primeros elogios, algunos la veían demasiado antiamericana. No
iba Michelle Obama a pronunciar ese título, ¿no? Mejor Argo, que es cosa parecida pero más
segura. Y lo mismo con la peli animada (cuidadín con Frankenweenie), con los actores, actrices, secundarios, edición,
efectos, etc., etc... Sin pasarse, ¿eh? Hasta en la duración. Estaba previsto que
durara 3 horas y 40 minutos. Duró 3:30. Me imagino por ahí al presidente de la
aseguradora, todo agobiado y sudoroso, jadeando el pobre hombre, metiendo prisa
para que abreviaran, para que Seth no tuviera una salida de tono de
último momento o que a Kristin Chenoweth no le diera por enrollarse en
la canción. La hora, la hora... Que no se pasen de la hora, ¿eh? Pues nada. Conseguido. Seguro que nadie ha
perdido dinero y alguno incluso sale beneficiado.
Martin McDonagh
estudiaba secundaria de Tarantino cuando rodó Escondidos en Brujas. Ahora está ya en el insti, con
asignaturas de Michel Gondry.
Siete psicópatas
es un cóctel de ambos, a prudente distancia de los dos, pero con momentos muy
buenos, realmente buenos. Esos diálogos no tienen ni la agudeza ni el ritmo de Tarantino
pero, aún así, hay unos cuantos sugerentes. El juego metacinematográfico no está a la
altura de Gondry. Pero tiene su propio estilo, su propia inteligencia. Colin
Farrell escribe el guión de una película titulada Siete psicópatas, la película que estamos viendo y que cuenta
cómo se metió en el lío de siete psicópatas. El añadido de los títulos de
crédito del final es un jueguecito astuto que redondea la faena. Colin Farrell,
Christopher Walken, Sam Rockwell, Woody Harrelson y Tom
Waits se salen. Unas interpretaciones
loquísimas, absurdas y, sin embargo, controladas. ¿Ylas mujeres? ¿Olga Kurylenko y Abbie
Cornish? Pues lo explican en la película: no tienen mucha entidad y mueren
a los cinco minutos. Es un mundo difícil para las mujeres. Rarita, sugerente, buena sin pasarse, con un
guión impredecible.
Una de las preguntas recurrentes que me he
hecho en los últimos tres años, erapor
qué no estrenaban Blue Valentine.
Alguna nominación a los Oscar, Michelle Williams, Ryan Gosling...
Pues ahora ya lo sé. Así, en plan
independiente, hay un tipo, Derek Cianfrance, que cree que tiene algo
que aportar sobre rupturas. Y no lo tiene. Supongo que la novia rompió con él
de malas maneras y nunca llegó a superarlo. Yo sospecho que rompió con él por
hacer la clase de cine que hace: vacío. Los personajes gritan y se ponen histéricos
y se insultan y rompen muebles y van al trabajo del otro y la lían. Ruido,
ruido, ruido. Profundidad, tratar de buscar una razón sobre por qué un amor se
rompe, de eso no hay nada. Cero. Agotadora, aburrida, 112 m. totalmente
innecesarios, sin ningún tipo de ritmo. Y cámara en mano. De las mareantes, no
de las que se usan bien. Sólo me gustó un comentario de Gosling acerca
de que los hombres son más románticos que las mujeres. Las mujeres hablan de su
príncipe azul, pero en cuanto un tipo les ofrece seguridad se van tras él. Acabo de verla y ya sólo recuerdo esa
escena. Y ruido.
Andy Wachowski,
Lana Wachowski y Tom Tykwer se unen para firmar este verdadero
suplicio.
Se pueden hacer tonterías más grandes, es
verdad. Pero, ¿por qué alguien querría hacerlas? Bien, pues ellos tres quieren. Imagínate un capítulo de Touch. Sus 40 minutos son lo que son
y ya está. Algo relativamente soportable aunque no dé para mucho y que sirve
para que entre el sueñecillo, justo antes de meterse en la cama. Pero tres
horas... Se dice pronto. Tres horas. Pretenciosa, estúpida, ridícula, megalomaníaca. Una pedrada mental. Para llegar a la conclusión más gansa del
mundo: todo está conectado. Seis historias en diversos momentos del tiempo
pasado y futuro que, supuestamente, se conectan. O no. Da igual. Mucha
verborrea sobre cuántica, relatividad, espiritualidad de mercadillo y el amor.
¡Ah! ¡Qué bonito es el amor! Y qué tostón, tal como lo cuentan.
1. Margo Martindale. Una máquina. La
abuelita. Lo mismo es una señora encantadora que el mayor bicho que te puedas
echar a la cara. Ya lo comprobó Raylan Givens en Justified.Ahora en The Americans pone los pelos de
punta.
2. Resulta surrealista que, en los Goya, el
mejor guión original fuese Blancanieves.
Pero claro, los hermanos Grimm no les van a pedir derechos de autor ni a
interponer demandas por plagio. En este caso el pirateo no es problema. Lo
hacen ellos... 3. Resulta preocupante que el mejor guión
adaptado fuese Las aventuras de Tadeo
Jones. Dramas, comedias y demás películas españolas del año no cuentan. Lo mejor
escrito que tenemos es esta película animada. Y tampoco es que sea nada del
otro mundo. 4. Sólo faltan 36 días para el regreso del Doctor Who.
Corrupción política, corrupción policial,
corrupción conyugal. Convencional. Pero entretiene, funciona, el suspense está
conseguido. Innecesariamente alambicada y sin embargo eficaz. En buena medida
gracias a la intensidad que aportan a cada escena Russell Crowe, Mark
Whalberg y Catherine Zeta-Jones. Ella no aparece mucho pero está surtida de unos
diálogos que compensan:
-Entonces crees en el amor. -En el amor y la fidelidad. -¿Eres estúpido o católico? -Ambas cosas. O este otro. -No me esperes levantada, cariño. -Nunca lo hago. La cosa se reducía a entregar un sobre, es
cierto. Y lo complican de mala manera. Pero la complicación es entretenida.
Además tienen la decencia de construir bastante bien a los personajes
secundarios.
Los
Goya es un partido político
que, últimamente, ha sido muy criticado por la prensa. Pero lo cierto es que,
como cualquier otro partido político, se financia irregularmente, no conocemos
a todos sus miembros, responden todos a una misma ideología con leves
variaciones y aspiran a vivir del cuento.
Yo no veo ninguna diferencia con otros
partidos políticos. Le veo una ventaja. El partido político de Los Goya tiene la decencia de dedicar un
día al año para dar premios al mundo del cine. Dos mundos tan opuestos en la vida real,
política y cine, se unen gracias a Los Goya.
Es verdad que, como políticos, escriben unos guiones poco afinados, que la
ideología se impone sobre el arte y que sus promesas son mentiras: el año que
viene lo haremos mejor. Este año, la líder del partido era Eva
Hache, lo que al comprometido Alberto San Juan le gusta llamar una
intelectual de izquierdas. Ella, muy sobria en su papel, no quiso dar prueba
ninguna de su intelectualidad. Bien por ella.
Si pensabas viajar a Moscú en breve, te
aconsejo que cambies el billete para cualquier otro destino. John McClane e
hijo han dejado la ciudad hecha unos zorros.
Es, con diferencia, la peor película de la
saga. Pero es que, además, el guión podría pasar a formar parte de los 10
peores guiones que se han escrito. Nada de lo que ocurre en la película tiene
sentido. Y, cuanto más avanza, menos sentido tiene. Admito que esa larguísima persecución
inicial en Moscú me gustó. Por lo gansa y desproporcionada. Y mientras todo es
pegar tiros, dar puñetazos y generar cascotes, está bien. Uno va a eso. Pero la trama... Dios mío. Esa trama... No
me creo que hayan pagado a alguien por eso. No me creo que alguien pudiera
comprarlo. Todavía no me creo que alguien haya tenido la desvergüenza de
rodarlo. Pero hay algo que tengo claro.Como las tesis doctorales, nadie lo leyó. Ignacio me ha pedido que no
vuelva a llevarle a una peli así. No sé. Esta clase de películas en que a la
gente la esposan con las manos por delante y al siguiente plano las tienen a la
espalda, yo les encuentro cierto encanto demente.
Dan Harmon era un genio a la hora
de elegir un tema surrealista o metacinematográco o autorreferencial o
mediático. Sigo recordando el capítulo de las lesbianas y de seguir una moda
porque está de moda; sigo recordando los 6 universos paralelos de Abed; las
navidades Glee; el capítulo Mi cena con André más Pulp Fiction; las guerras de
pintura; la noche zombi; el parto de Shirley; Annie deduciendo que no está loca
porque tiene una mochila de Greendale...
Harmon tomaba cualquiera idea
y la hacía evolucionar. Y cuanto más evolucionaba, más divertida era porque
sabía integrar los acontecimientos y todo se retroalimentaba. Vuelve la serie. Sin Harmon. Y se
deja ver, pero no es lo mismo. Tratan de conservar el alma, pero es una almeja.
Las ideas no evolucionan. Son gags. Y no tan graciosos. Porque no evolucionan. Harmon,
con el capítulo de ayer habría conseguido 3 capítulos brillantes. Tal vez dos
porque reciclan una idea de Harmon. Y eso Harmon tampoco lo
habría hecho. Quedan 11 capítulos. Le seguiremos dando una
oportunidad. Pero esta Community
no es Community en la misma
medida en que Angel no era Buffy, la cazavampiros. Y por eso se
titulaban de forma distinta.
Probablemente llegará a ser más conocida
como 2 días en que a Julie Delpy
se le fue la olla.
Marion (francesa blanquita) y Mingus
(afroamericano) reciben la visita de la familia de ella, que viene desde París.
¿Choque cultural? Pues genial. Salvo que a los 10 minutos ya no había nada
más que contar. Naufragué durante casi todo el metraje, mirando el reloj cada
dos minutos, esperando encontrar un rumbo. Me gustaron, discretamente, los diálogos de Chris
Rock con el recortable de Obama y, a falta de 20 minutos, pensé que
saldría algo bueno cuando Vincent Gallo compra el alma de Marion. Pero
no. Otra buena idea tirada a la basura. Padre, hermana, novio, galeristas, críticos,
vecinos... Muchos personajes sin profundidad, todos ellos desaprovechados. En
realidad, casi todos superfluos. Si les hubiese suprimido no habría afectado a
la trama. Delpy hace todo: dirección,
interpretación, guión, montaje, música... Visto el resultado, se me ocurre que no
es tan polifacética como se cree.
1. He estado revisando mi base de datos. Vacaciones. The Holiday. Trabajaban Kate Winslet,
Cameron Díaz, Jude Law, Jack Black. Pues ni leyendo el apunte que hice, logré
acordarme de qué iba. Y así había unas cuantas.
2. ¿Has visto el atroz tráiler de Los amantes pasajeros? Los tráiler
casi siempre engañan. Me parece que en esta ocasión no. Al menos Almodóvar
es honrado. Hace una mierda y lo deja claro desde el principio. 3. Tras el palo de crítica y público en
EEUU, los responsables de Hansel y
Gretel se han lanzado a hacer una promoción brutal. Si las brujas
hubiesen hecho bien su trabajo desde el principio... 4. Sólo faltan 43 días para el regreso del Doctor Who.
-No me malinterpretes. Me gusta pegarles
tiros a las piernas de los gángster tanto como al que más.
Fleischer está al mando. Eso
significa que, con el presupuesto que le den, va a sacar adelante una película
dinámica y con cierto estilo. Pero es evidente que Brigada de élite es la hermana pequeña de Los intocables de Elliot Ness, de L. A. Confidential y de toda una
camada de cine de mafias y policiacas de los años 50. Tiene buenos momentos y
alguna otra cosa original. Pero también hay prisa por introducir un
montón de secuencias que se supone que tienen que estar: el tiroteo en
Chinatown, la persecución al camión con la heroína, el asalto al casino, la
irrupción en la sala de apuestas, la venganza contra las familias de los polis,
la chica del gángster que no quiere estar con el gángster... Digo, lo hace bien para que no parezcan
plagios. Pero el conjunto carece de la intensidad y dramatismo de las grandes.
Porque, en el fondo, sí es un plagio de todas ellas. Un placer ver a un reparto lustroso.
Especialmente a Giovanni Ribisi y a Mireille Enos entre los
secundarios.
Jessica Chastain,
en otro ejercicio de transformismo, es un rockera tirando a gótica y decididamente ruda.
Hay un plano genial: Lily jugando con la
manta. Hay unos travellings
esmeradísimos bajando y subiendo escaleras, circulando por pasillos. Y hay una
trama que aguanta bastante bien los primeros 45 minutos. Después, lo de siempre. Investigaciones en
archivos, sesiones de hipnosis y clichés a tutiplén. Pero supongo que es eficaz en los sustos y
en la escena en que mamá baja por las paredes. Supongo, porque las adolescentes
de detrás estuvieron gritando todo el tiempo hasta que la Chastain sale
por patas corriendo por el pasillo. Bien. Está claro que Muschietti promete.
Técnicamente muy bien ejecutada y hasta con cierto aroma burtoniano en algunas
escenas (esos acantilados). Ésta, por lo que a mí respecta, sirve para
entretenerse y poco más. El ganado adolescente salió bastante
satisfecho.
Mucho mejor de lo que me esperaba. Mientras la veía, pensaba que ahí detrás
había un hálito sórdido y decadente muy del estilo de El gran Gatsby. Y, unos minutos después, Paul Rudd, el
profe de literatura, presta El gran
Gatsby a Charlie. Siempre es peligroso juntar a muchos
personajes con muchos problemas. Las cosas se pueden salir de madre en su
tremendismo. Pero el director es hábil. Depresiones, abusos sexuales,
pederastia, drogas, alcohol, muerte de seres queridos, suicidios... Repasas la
peli y todo eso ha salido. Pero controlado. Esa isla de marginados trata los problemas
con seriedad. Funcionan muy bien los contrastes, como una especie de Retorno a Brideshead de instituto. Hay paralelismos notables entre ambas. No sólo porque Charlie y Charles se hacen amigos de un gay (Patrick y Sebastian) y acaban siendo amantes de la hermana (Sam y Julia). Es, también, el fondo, la pugna entre catolicismo y vida frívola, la madurez y el hedonismo, los amores efímeros y el amor verdadero. Y como en Retorno a Brideshead se trata de una historia de redención. El trauma de Charlie, el secretito que
lastra el pasado y que sólo descubriremos en el último momento. Logan Lerman y Emma Watson
están sensacionales. La chica se ha sacudido bien a la Hermione de Harry Potter. -Escribe sobre nosotros.
1. He visto la foto promocional de ¿Quién mató a Bambi? Me pregunto por
qué todo el reparto masculino va mal afeitado y sin peinar. ¿Nadie cae en la
cuenta de que, desde la presentación, ya son clones, clichés? Eso sí: te das
cuenta enseguida de que es cine español.
2. Ya lo ha hecho notar medio mundo, pero no
me resisto. Los premios Gaudí otorgan a Blancanieves,
tachán... ¿mejor película en lengua catalana? Bueno. Y swahili también. 3. Kon-Tiki,
nominada al Oscar como mejor película extranjera, será vista en estos patios
allá para junio. No sé cuál es la distribuidora, pero me da que deberían plantearse
algunas cosas.
Phil y Elizabeth son un matrimonio americano
normaly corriente. Tienen dos hijos,
viven en una urbanización y llevan brownies a sus nuevos vecinos. Además
tienen a un capitán de la KGB en el maletero de un coche en el garaje.
Normal. Ah, sí. Es 1981 y Reagan acaba de ser
nombrado presidente. Tres temas me han gustado: a) Phil quiere
desertar, ella no; b) la ficción del matrimonio era una misión, pero están
empezando a enamorarse; c) ambos quieren a sus hijos. También está muy bien el personaje de Stan,
el agente del FBI que estuvo infiltrado y lleva la paranoia grabada en la
mente. Ahora sólo queda esperar y ver si esto es
otro Homeland o tiene algo
interesante que contar.
Eduardo Noriega,
el narcotraficante más peligroso del mundo, huye por carretera, dirección a
México, en un Corvette trucado. Quitanieves, sicarios y balas le abren paso por
delante. Sólo tiene que cruzar el pequeño pueblo de Sommerton.
Pero Sommerton tal vez no sea una buena
elección porque hay un sheriff llamado Schwarzenegger. Y el tal Schwarzenegger
tiene unos poquitos agentes, un prisionero borrachín ex-combatiente y un friqui
con un museo de armas. Muchas armas. Es lo que es: muchos tiros, acción y unos
golpes de humor surrealistas de la mente que parió El bueno, el malo y el raro. De verdad, ver juntos a un director coreano,
a Schwarzenegger y la pésima dicción (en inglés o castellano) de Eduardo
Noriega, ya merece la pena. Si además a la fiesta se suman Peter
Stormare, Génesis Rodríguez, Luis Guzmán y Forest Whitaker,
¿qué más vas a pedir? Lo de la abuelita aún no me lo acabo de
creer. Pero oye, es la ventaja de que todo el mundo tenga armas en Estados
Unidos, ¿no?
El título debería haber sido, por supuesto, Reville.
Porque aunque Anthony Hopkins sea Hitchcock,
aunque Scarlett Johansson sea Janet Leigh, aunque Jessica Biel
sea Vera Miles, aunque Toni Collette sea Peggy, aunque James
D'Arcy sea Anthony Perkins, es Helen Mirren la que se come la
película interpretando a Alma. Cosa que me parece bien. Ella, montajista,
guionista y hasta un poco directora, permaneció siempre oculta. Tan oculta que
sabemos poco de ella. Y Hitchcock no habría sido Hitchcock sin Alma.
Ella fue la mujer tras el hombre. Así que me gusta que cobre relieve y que nos
cuenten algo de su persona. Lo que ocurre es que tanto Hitchcock como Psicosis son mitos y, para quienes
conocemos los entresijos de ambos mitos, la película resulta un tanto
decepcionante. Como ocurría con Mi
semana con Marilyn, la realidad es mucho más grande que la ficción. No había necesidad de fantasear sobre
algunos acontecimientos cuando los acontecimientos auténticos eran más
interesantes desde un punto de vista dramático. -¿Qué os parece? -Que nunca volveré a ducharme.
1. Premio para Modern Family en su 4x13. Ya lo dije: Phil y su hijo Luke son
los que no fallan. Ese final estilo El
padrino durante el bautizo de Fulgencio vale su peso en oro. Y cuando
la parodia parece finalizar queda el epílogo.
2. Y otro premio para Once Upon a Time en 2x12 por el
momento en que, en el móvil del desconocido, suena la banda sonora de Star Wars. 3. Y, hablando del rey de Roma, J. J.
Abrams será el director de Star
Wars VII. Curioso. Star Wars
y Star Trek en las mismas
manos. El cine es así: la gente empieza haciendo una película simpática y, con
el tiempo, si hay suficientes secuelas, acaban ocurriendo barbaridades. 4. Y ya puestos con barbaridades, ¿qué te
parece la que se está liando en The
Good Wife? Sin crímenes, sin sangre. Todo legal. Pero igualmente
sórdido. Están repartiendo plazas de socio como piruletas. Me dieron ganas de
asomarme a ver si a me daban una. Soy más barato que Alicia.