
Claire Dunphy y su hija Alex funcionan casi siempre bien. No suelen ser brillantes pero aportan cohesión y son razonablemente buenas. Claire es una controladora con pasado fiestero (que deberían explotar más) y no quiere que sus hijas repitan sus errores; Alex es peligrosísima si abre la boca: ácido corrosivo puro.
Hailey, la otra hija Dunphy es un cliché. Frívola, alocada y más corta que el aparato reproductor de una ameba. Previsible siempre. Se salva en los duelos con su empollona hermana Alex. Hailey gana la apariencia pero es destrozada psicológicamente.
Las tramas de Mitch y Cam, cuando están solos o con su hija adoptada, te las puedes saltar siempre. Son repetitivas y, para tratarse de gays, asombrosamente convencionales. Cam es pesadísimo después de dos capítulos. Cuando sus historias se cruzan con el resto de la familia crecen muchos puntos.
Los Pritchett también son mucho mejores mezclados con el resto de la familia. Jay me cae muy bien. Y, en mi opinión, es el mejor de los intérpretes de la serie. Su contención, aunque la mayoría de espectadores no lo aprecie, es lo mejor de Modern Family. Gloria tiende al estereotipo pero juega bien el contraste entre la cultura yanqui y la latina. Manny es un niño demasiado raro. Improbable. Inverosímil. Y poco gracioso, creo yo.
Mis dos gags preferidos:
1. Gloria colocándose el hombro de un golpe contra la pared para seguir la partida de ping-pong mientras Jay flipa en colores.
2. Hailey se encuentra en la Universidad y Alex se crece frente a su madre. Así que Claire, en busca de equilibrio, las conecta por webcam. Las hermanas comienzan a insultarse y la madre respira feliz. Equilibrio.
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