Aaron Sorkin. Artífice de una de
las mejores series (quizá la mejor) de la televisión: El Ala Oeste de la Casa Blanca. En mi política de no exaltar a
las personas sino a las obras, diré que me pareció muy bien la cancelación de Studio
60 on the Sunset Strip. Muchos, que oyeron hablar de Sorkin por
primera vez tras La red social,
ahora reivindican aquella serie. Pero estoy seguro de que lo hacen porque no la
han visto. En la más optimista de las percepciones era mediocre.
Emily Mortimer.
Mi querido Frankie la
descubrió (para mí) y se convirtió, junto a Christina Ricci, en una de
mis actrices favoritas. Infravalorada siempre. Pero de una versatilidad
pasmosa. La he seguido luego en casi todo lo que ha hecho. Siempre solvente sea
comedia, drama, suspense....Alison Pill. Después de ver su interpretación en In Treatment, ¿cómo no estar pendiente de ella?
Así que los tres se dan cita en la serie. Un piloto que me ha parecido espléndido. También minoritario. O, mejor dicho, selecto. Me alucina el aluvión de críticas que ha recibido en Estados Unidos. Todas ellas se pueden reducir a una sola cosa: los personajes de Sorkin son demasiado inteligentes, idealistas y alejados de la vida real.
No sé. Si uno vive inmerso en una cinematografía y unas series como las españolas, tan zafias, ruines e imbéciles, implora por cosas como ésta. No seré yo quien ponga pegas a alguien que intenta mejorar la realidad. Aunque ideológicamente esté, con frecuencia, en desacuerdo con lo que pienso.
¿Que The Newsroom es demasiado perfecta, que a nadie se le ocurren esos diálogos sobre la marcha, que los personajes están todos sobre la media, que refleja situaciones ideales? Pues muy bien. Es rápida, dinámica, habla de temas de los que ninguna otra serie habla, está trabajada con perfeccionismo...
Si sigue así, que cuente conmigo. Los críticos americanos pueden venir a ver lo que hacemos por aquí. Aunque creo que hay mucha envidia ahí detrás.
-Maggie... ¡Te voy a llevar de compras!
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