La gran diferencia con La jungla de cristal es que John MacClane siempre iba directo al peligro y jamás daba un paso atrás. Este Snow (Guy Pearce) es un tío que quiere meterse en los menos problemas posibles y las cosas se le van arreglando porque sí. Él no es el desencadenante de la acción.
Los desencadenantes son cosas increíbles e imposibles. Si la amiga io ve cómo funciona la caída libre en gravedad cero o esa prisión en órbita que necesita un chófer, le da algo.
Y con lo fácil que es escaparse, ¿a nadie se le ocurrió?
No. Lo dejaron para el final para nuestros dos protas. Guy Pearce y Maggie Grace, la hija del Presidente. Manda narices.
Me gusta la estética utilizada en la infartante persecución inicial.
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