Soy
de esos que piensa que Madrid es una ciudad genial, pero no para vivir en ella.
Es una ciudad para pasar un tiempo, unos días. Una estancia temporal.
Fascinante para pasear por sus calles modernas y sus barrios antiguos, para disfrutar
de su oferta deportiva y cultural, ir al parque de atracciones, visitar
monumentos, ver museos o disfrutar, en compañía de edp de la Filmoteca Española.Al principio no me gustó ese blanco y negro tan fuerte, tan contrastado. No se filma así una playa de los años 80. No me encajaba. Luego empiezas a conocer a Chet Baker y lo entiendes. Es perfecto.
Es su color, su vida. La vida de la trompeta de jazz más suave, más silenciosa, más románticamente dolorida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario