En modo alguno me esperaba una cosa filmada con notables similitudes al estilo Dogma: cámara en mano, iluminación ambiental, sonido y música apenas tratados. Y mucho menos me esperaba que sacudiese algunos de los mazazos que dispensa.
Puestos a escoger títulos con la palabra boda, me quedo con Después de la boda.
Es verdad que le sobra media hora por lo menos y supongo que un drama tan contundente espantará de las salas a los que iban tras la Princesa por sorpresa ya crecidita, pero me parece un acierto que Anne Hathaway se arriesgue.
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