A partir de ahí, perdí el hilo del guión, pero me di cuenta de que no importaba mucho porque tampoco les importaba a los demás. Pim, pam, pum.
No sé por qué la gente dice que la saga ha cambiado. La veo igual que siempre. Vale, le han quitado a Bond el glamour y lo han convertido en un animal de bellota. Pero no le veo la ventaja y, por otra parte, no es suficiente.
¡Ah, sí! Los gadgets. Dicen que ya no existen. Y, sin embargo, ¿hay gadget mayor que el de robar todo el agua de Bolivia para almacenarla en estanques subterráneos?
Hace tiempo se hablaba de la saga de un tal Bourne que imitaba a la de James Bond. Ahora es al revés. La escena inicial con la persecución por los tejados es un calco de la de El ultimátum Bourne (o de El incríble Hulk, si me apuras). Y la escena final, en un apartamente de Rusia, igualita a la de El mito Bourne. En mi opinión, Bond se ha quedado lejos. Su azar dista bastante de la lógica implacable de Bourne.
Entretenida y tal. Pero no compensa armar jaleo con un año de antelación. Al fin y al cabo, la confundiremos pronto con la 23 o la 7 o la 18.
2 comentarios:
la he visto y todo, me aburrí como una ostra, pero el título me parece el más elegante de toda la saga (seguido por The world is not enough, quizás)
No, no, no. Ni hablar. El mejor título es "From Russia with love". Incluso en castellano: "Desde Rusia con amor". No lo destrozaron.
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