11/4/08

Rastro oculto

Criticar a una película por no pertenecer al género que a uno le gustaría que perteneciera, es una cosa fea. Creo que con Rastro oculto se han cebado. Es como si criticáramos a Almodóvar porque no hay buenas persecuciones de coches en Volver o a Star Wars porque no hay coreografías musicales.
Rastro oculto es criticable por ese poli que dice que ya tiene la solución y que nos lo cuenta en cuanto lo confirme (sabemos que tiene los minutos contados); o por esa secuencia del coche manipulado y Diane Lane volviendo a él (te dan ganas de gritar que la poli es tonta).
Es verdad que no se parece a Se7en cuando muchos creen que debería haberse parecido.
Es verdad que quizá no es apta para estómagos sensibles. Le gusta la cosa de las torturas aunque más suave que en Saw.
Es verdad que el punto de partida original podría haber dado para más. Ver muertes en directo por internet y acelerar la muerte según el número de visitas recibidas ofrece enormes posibilidades.
Pero es una buena película de suspense con una demoledora y espeluznante frase final que me recordó a El show de Truman.
Última frase de El show de Truman:
-¿Qué echan ahora?
Última frase de Rastro oculto:
-¿Cómo puedo bajarme este vídeo?
A eso queda reducida la condición humana: dadme algo que me entretenga.

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