Son hermanos, intelectuales, enamorados del teatro (él como catedrático, ella como escritora), teóricos y extraordinariamente egoístas. La demencia senil de su padre pone en marcha la historia.
Hay cosas que desentonan en La familia Savages, especialmente ese comienzo con las sesentonas en uniforme de animadora. Parece que la peli va a ser otra cosa. Algunos golpes de humor no encajan. Es una peli que está muy a gusto en el terreno del letargo existencial. En mi opinión el guión es muy bueno y la dirección un tanto convencional, como esforzándose demasiado en señalarnos que es cine independiente.
Me quedo con esa escena matutina en que los hermanos se dan los buenos días y se meten en el cuerpo más pastillas de las que toma su hospitalizado padre.
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