15/5/16

La bruja

La brujería tuvo su auge en la época en que se sitúa la película. Hay actas a patadas en Alemania, Inglaterra y también en las colonias evangélicas que huyeron a Nueva Inglaterra.
La peli se apoya en crónicas, artículos de periódicos y documentos históricos para relatar una historia de terror que no tiene nada que ver con las pelis de terror habituales. Robert Eggers, el director, es un novato. Pero sus imágenes parecen tener décadas de experiencia. Recuerdan a Dreyer, a Ingmar Bergman y al Haneke de La cinta blanca.
Minimalista, espléndida en su fotografía y con una atmósfera insana, obsesivamente enfermiza, se convierte en un producto realmente agobiante. 80 minutos de angustia sin sustos tontos ni ruidos estúpidos. Es la duda, el miedo, el aislamiento, el fanatismo y el atractivo por el mal lo que arrastra a una familia a la desesperación. Una atmósfera inquietante y opresiva construida para no dejarte respirar.
Interesante, apta para pocos paladares, pero dirigida con sorprendente maestría. Una sorpresa iba a decir que agradable, pero agradable no es la palabra. Es perturbadora con mucho mal rollo. Sorpresa cinematográfica agradable, sí.

2 comentarios:

Haering dijo...

Una peli de miedo que merezca la pena? Pensé que eso ya no existía.

Individuo Kane dijo...

Ya te digo que no sé si la pueda calificar de miedo en sentido estricto. Es opresiva, angustiosa, tensa. No hay efectismos, es casi cinéfila en ciertos sentidos. Es un riesgo para el director y para el espectador.