Se estrenó, creo, en la misma época que De tal padre tal hijo y va en su
línea, sólo que en clave palestino-judía. Dos chicos nacen al mismo teimpo y
son erróneamente intercambiados. El palestino es criado como judío y el judío
como palestino.
-¿Tenemos que devolverlo?
Ambas películas tienen mucho en común.
Muchísimo. Me quedo con la japonesa porque creo que va más a lo central. En El hijo del otro el planteamiento
esencial y puramente familiar se ve enturbiado por otras cuestiones
distorsionadoras: la raza y la religión.
Tal vez tú prefieras los añadidos que la
hacen más compleja, pero yo agradezco la pureza del planteamiento: qué nos hace
familia, qué lazos. En cualquier caso ambas son interesantes y muestran que la
familia no se enquista, es un concepto que tiende a expandirse, un núcleo que
se hace cada vez más grande.
-Voy a tener que cambiar mi kipá por un
cinturón de explosivos.
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