3.000 kilómetros de desierto australiano.
195 días. ¿Por qué no?
Hay una diferencia fundamental entre la
viajera de El viaje de tu vida
y el gañán de Hacia rutas salvajes:
la chica sabe lo que se hace. No es ese tío de piso que una vez pisó un prado y
flipó con la naturaleza, tanto que decidió vivir en ella... y morir en el
intento.
Antes de lanzarse a tontas y a locas, Robyn
aprende lo que tiene que aprender, se prepara. Sabe que la cosa está jorobada
e, independientemente de la locura que le impulsa a ello, es una locura con su
razón de ser. National Geographic le patrocinará su chifladura. Un fotógrafo
contacta con ella en ocasiones.
Ahí está: el viaje de la chica de los
camellos. Eso es lo que vas a ver. Desiertos, tormentas de arena, encuentros
casuales, soledad. Puede ser bonita o un tostón. Depende de sensibilidades. A
mí me gustó bastante.
Mia Wasikowska
aguanta la cámara estupendamente.
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