Y ella que pensaba ir a Copenhague acaba con su abrigo polar en una piscina de Nairobi, en bata por las calles, con un equipamiento de un jugador de rugby y el vestido de fulana... Luego Moscú.
Ahí está Diane Kruger que, al ser alemana, habla inglés (ahí está en The Bridge) y francés (como en este caso). Además de alemán, claro. Lo que sorprende es que nunca la había visto en una comedia. Y lo hace muy bien. Mejor que el drama, creo. Debería explotar más esta faceta suya.
Ojo a la escena del ojo (de cabra), la del león (un homenaje a La fiera de mi niña), la aparición de los masai, la del amigo imaginario...
Una comedia romántica bastante maja. De esas que antes hacían los americanos pero que, como ya no las hacen, ahora las ruedan los franceses.
Y los hombres a lo suyo:
-¿Hemos ganado la partida?
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