¿Dónde está el problema? En esa bofetada que nos arreó Stallone con Los Mercenarios. Y es que las dos se parecen como gotas de agua.
Una pandilla de brutos se infiltran en un país bananero para darle una lección a un tarugo. Hay un traidor, aparece la chica, las cosas se complican cuando intentan hacer algo bueno...
Se diferencian, sólamente, en el modo de gestionar las peleas. Aquí hay una buena operación de asalto a un furgón blindado. Pero nada más.
Idris Elba y Zoe Saldana vuelven a repetir juntos tras Ladrones. No se puede decir que estén muy brillantes. En Los perdedores llegó un momento en que quise que murieran los buenos. Por malos.
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