24/1/10

Ricky

Tengo un amigo francés. Se llama Pierre y aún no entiende por qué algunos españoles odiamos a Francia.
Pues, tío, por películas como ésta.
La idea de un bebé al que le nacen alas no es nueva pero es sugerente. La cuestión es qué diablos hacer después con el angelote mofletudo, con ese puti regordete, con esa inocencia en carne viva.
Y Ozon no tiene ni pajolera idea de qué hacer con él. Pasan 45 minutos antes de que aparezca el bebé y los otros 45 transcurren estirándolos de mala manera. Para acabar en nada.
Realismo muy puro y muy duro. Y muy sucio. Ahí es imposible encajar lo fantástico. Ya, bueno. He leído algunas críticas por ahí que dicen que no es fantástica sino surrealista en plan Buñuel. No te lo creas.
Hollywood es el único sitio en que han sabido qué hacer con un humano con alas. Es mala idea pero es la menos mala: lo llaman, obviamente, Ángel, es un mutante y lo mandan a la escuela de los X-Men.
De verdad: mejor tirar por el camino carretero de la aventurilla que ir de profundo siendo un mediocre.
Odio Ricky. No es que sea buena o mala. Es, sin más, una estupidez.

3 comentarios:

e dijo...

Yo en cambio, creo que no nos gustan los franceses porque no tiene sentido del humor. Un francés es incapaz de reírse de sí mismo. Por favor, si hasta un argentino puede!

Anónimo dijo...

¿Qué pasa con los franceses? Sí que somos capaz de reírse de nosotros mismos. Como en OSS 117 por ejemplo!
No entiendo porque los Españoles nos odian tanto cuando a nosotros nos gustan muchisimo la cultura español, su país y su gente!!
La película es una mier** pero si que hay películas francesas buenas pero no suelen pasar en España. También, como no tenemos la misma cultura, el mismo humor no nos gustan las mismas cosas.
Eso es la diversidad con eso hacemos un mundo.
Pienso que hay que abrirse un poco y eso para todos.

Individuo Kane dijo...

Bueno, Anónimo/Pierre, te me has adelantado. Como me habías informado de OSS 117, iba a salir en tu defensa y citar esa película como ejemplo de cine en que los franceses se ríen de sí mismos.
Ahora bien. Incluso OSS 117 tiene un problema: no hay quien la entienda fuera de las fronteras francesas. Os reís de vosotros mismos sin dejar que nos riamos de vosotros (o con vosotros).
Si ya lo decía Asterix: están locos, estos franceses.