Lo que no es aceptable es que Ben Gates diga que va a secuestrar al Presidente de Estados Unidos y el secuestro consista en una mera conversación. Y mucho menos aceptable es que el Presidente, Ben Gates, cuerpos de seguridad y resto del mundo, actúen como si hubiese habido un secuestro cuando todos hemos visto que no hubo tal cosa. Si alguien habla con el Presidente de Estados Unidos a solas ¿pasa a convertirse en un delicuente?
Es increíble lo mucho que hay que retorcer los guiones y lo mucho que hay que contar con la pereza mental de la gente para ser políticamente correcto.
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