Lo que quería comentar es lo de Scarlett Johansson.
Hay escuadrones enteros de quinceañeras americanas tratando de salir del encasillamiento. Quieren dejar de ser cebos para psicópatas, animadoras de rugby o la novata del instituto. Llevan desde los 11 años haciendo esos papeles, ya tienen 29, saben que Hollywood se va a acabar para ellas y siguen siendo un nombrecillo perdido entre los títulos de crédito.
Scarlett Johansson, que ha tenido la fortuna de escapar a esa rueda, decide dar un paso atrás, para ver que se siente. No lo entiendo. Viendo cómo hacía el tonto en Diario de una niñera le deseé varias veces el encasillamiento eterno.
Debo admitir que me reí, que tiene una cierta frescura (el paraguas rojo a lo Mary Poppins) e incluso, a la salida del cine, permite ser comentada con algo de inteligencia. Pero, en fin, creo que habría sido un gran papel para la última chica que, en la última de terror, se cortó la cabeza al caer por las escaleras.
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