No
sé si ese aire de rodaje de aficionado es intencionado o no, pero es difícil
justificar ciertas cosas bastante cutres. Esa planificación improvisada,
ninguna preocupación por la iluminación… Hay brillos de lámparas que, en fin...
En
cualquier caso el guión deja muchísimo que desear. Una de esas pelis que
pretende ser una comedia (sin conseguirlo) con fondo de drama (que tampoco). No
acaba de saber en qué género juega y así es muy complicado sacar algo
aprovechable de su propuesta sobre las relaciones de pareja.
Gael García
Bernal
y Verónica Echegui están muy desperdiciados. Ambos deberían encontrar
mejores producciones.
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