Otra vez La bella y la bestia. Lo han titulado de otra manera, pero viene a ser lo mismo. La chica rica y el chico pobre, la chica guapa en el circo de raros, Michelle Williams y Lobezno (digo Hugh Jackman). Que no digo que no sea posible innovar sobre el tema. Pero aquí no lo hacen.
Ni las canciones. Casi todas las canciones suenan a Disney. Y eso es lo peor que le puede pasar a un musical. Porque es desaprovechar el talento de todo el reparto. Hugh Jackman canta y baila mejor que esto. Y probablemente también el resto.
Se suceden los conflictos, pero hay demasiados, tratados de modo superficial y con soluciones simples. Y así es imposible emocionar y hacer cómplice al espectador. Es lo que tiene la corrección política: sus conflictos son prefabricados, artificiales.
Colorista, con algunas buenas coreografías, entretenida, demasiado sentimental, se queda muy cortita en ambiciones.
Colorista, con algunas buenas coreografías, entretenida, demasiado sentimental, se queda muy cortita en ambiciones.
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