11/5/11

Fringe. 3ª temporada

Sencillamente impresionante. Quiero decir que era muy bueno y luego pasó a ser verdaderamente enorme.
8 primeros capítulos. Donde tenemos a Olivia y a Olivia. Olivia y la otra Olivia. Nuestra Olivia, la de siempre, y la Olivia del otro lado que viene a este lado. Anna Torv que es las dos Olivias. Torv que, más allá de peinados y vestuario, es capaz de ser distinta en la mirada. Tristes ojos de nuestra Olivia, ojos dicharacheros de la otra Olivia. Formas distintas de moverse, pero no del todo. Porque es Olivia. La nuestra y la otra. Creo que, sólo esto, define a una buena actriz. Pero hay más, ya verás.
Capítulo 10, en el que vuelven a aparecer los Observadores. Y Walter, nuestro Walter, no Walternativo, está dispuesto a dejar morir a su hijo Peter.
El 12, en el que nos reencontramos con el grandioso psicólogo de la bolera. El tío no sólo escribió el libro de La Primera Gente sino que sabe de qué va la máquina y qué puede pasar con Peter porque...
...está el capítulo 13. La otra Olivia, la del otro lado, de vuelta al otro lado que, oh, sorpresa, tiene un secreto que puede poner todo patas arriba...
...o patas abajo porque está el capítulo 14 donde la conexión entre los dos universos, la alteración de las leyes físicas ocurre con bastante, demasiada, excesiva facilidad.
Enorme capítulo 15. Peter y Olivia se conocieron cuando eran niños. Qué capítulo tan sobrio, tan lírico, tan complejo en ese despacho de Walter y Walternativo.
El 16. Me encanta esa presentación en la que dos hombres escalan una fachada hasta que descubrimos que la escalan... hacia abajo. Y, de regalo, Hugo. Hugo el de Lost. Hugo que se llama Kevin y vigila pantallas en Massive Dinamics.
El 17. Descomunal. Porque Anna Torv que era nuestra Olivia y la otra Olivia se ve obligada a ser, además, William Bell/Leonard Nimoy. Vi dos veces este capítulo sólo por ver cómo alzaba las cejas de Spock (las suyas pero como las mueve él), cómo arrugaba la cara, cómo hablaba, cómo se reía la risa de William/Nimoy con el rostro de Olivia/Torv. A-lu-ci-nan-te. Y Astrid abrochándose el botón del cuello de la camisa porque Olivia/William le tira los tejos. Gra-cio-sí-si-mo.
19. Un viaje de LSD con dibujos animados. Pues eso: flipas.
Y 22. No me gusta el viaje en el tiempo, más que nada porque todos tienen la misma edad excepto la sobrina de Olivia. No han afinado mucho. Pero me gusta el recomienzo en el laboratorio. De ahí pueden saltar muchas, muchísimas chispas para la cuarta temporada.

5 comentarios:

io dijo...

Para mí, esta es una serie que ha ido de menos más. La primera temporada de pareció normalita, tirando a aburrida algunas veces. La segunda temporada me enganchó bastante más y esta tercera ha conseguido ser la serie por la que esperaba cada semana, descargando el capítulo y viéndolo inmediatamente. Lo del viaje en el tiempo a mí no me entusiasmó tampoco, porque lo de las paradojas temporales siempre se me sale de ojo y de mente: que sea Walter quien envíe la máquina, que sean ellos la Primera Gente... Y eso de que Peter nunca existió me da muy pero que muy mala espina. A ver qué pasa. Grande Torv y grande John Noble. Con su Walternate ha habido veces que estaba viendo al despiadado Denethor de nuevo.

edp dijo...

El capítulo de la temporada, para mí, el 15. Precioso. Me ha convencido el final, mucho más que una historia de esas de todo 'estaba escrito desde el principio de los tiempos'.
Realmente, todo es cuestión de expectativas. Las series que se basan en la resolución de un gran misterio siempre acaban defraudando cuando el misterio se resuelve. Fringe ha ido avanzando con pequeños misterios y grandes sorpresas y giren como giren las cosas ha dejado capitulazos memorables.

Individuo Kane dijo...

Sigo dándole vueltas a Astrid. Está siempre por ahí y no parece que tenga mucho que hacer. Podría ser prescindible, podría haberse agotado y ser eliminada. Quiero decir que estar ahí para cuidar a Walter no me parece suficiente.
Sospecho que tiene que tener algún papel más importante.

Morrisonosc dijo...

Esta serie es muy grande. Gran tercera temporada, gran Olive, gran Walter. Eso si, tengo un problema personal con Peter. No soporto que el destino de ambos universos recaiga en las manos de un sosaina plomizo con delirios de grandeza.

El último capítulo me ha desconcertado. Fringe suele cuidarnos algo más. Tiene terribles cambios de ritmo, pero en el 22 de esta temporada apenas me ha dado tiempo a asimilar información. No la he podido paladear y disfrutar como otras veces. Habría agradecido un capítulo doble al final para poder regodearme un poco más en esa realidad futura que fue, pero no será.

Ahora voy a por la cuarta. Esta vez con cautela, aunque en el peor de los casos, siempre nos quedará Harvard.

Individuo Kane dijo...

Las consecuencias de ese último capítulo mosquearon mucho a la gente. Porque uno no acaba de saber donde estamos: dos universos paralelos valen, pero, ahora, son dos universos paralelos en una línea temporal distinta.
Échale un vistazo al tráiler de la última temporada.