21/9/10

El americano

Sé lo que intenta hacer Anton Corbijn. Quiere una película que imite las novelas de Graham Greene, una de esas historias de gente habituada a realizar actos objetivamente inmorales y que, finalmente, acaban redimiéndose.
Pero una cosa es lo que quiere y otra lo que logra.
El punto de arranque es bastante absurdo: una planicie helada, lugar a propósito para un francotirador. El francotirador espera a que Clooney se ponga a cubierto para dejarse matar de un tiro.
El desarrollo es aburrido, enormemente aburrido, lento, lánguido. Corbijn cree que su bonita fotografía es suficiente para mantener al espectador contento como unas castañuelas. Y qué va.
El desenlace, previsible.
Y el resto de estrenos de la semana son inferiores a esto. Qué mal, ¿no?

5 comentarios:

edp dijo...

Pues fíjate que a mí el principio aún me gustó. El tiro por la espalda prometía.

Individuo Kane dijo...

Bueno, sí. Eso tiene su cosa. Cargarse a una mujer desarmada por la espalda dice algo del personaje.
Pero lo del francotirador con todo el espacio y tiempo del mundo para disparar y no hacerlo... Además, la que se da cuenta de las huellas es la chica, no él.
Patético.

edp dijo...

Sí, lo de las huellas tenía tela, pero en el momento parecía que la metía a ella en el gremio, por eso le di un pase.

muma dijo...

Muy aburrida, lenta (¡lentísima!) y deprimente. Y encima, previsible. Creo que ha sido la peor película que he visto en todo el año. Pero claro, yo no he visto tantas...

Individuo Kane dijo...

Pues si ves pocas y, encima, malas...