El carancho es un ave carroñera que vive entre el sur de los Estados Unidos y la Tierra de Fuego.
Ricardo Darín, Sosa, también es un carancho: un abogado carroñero que busca víctimas de accidentes por los hospitales.
Otra historia de corrupción en Argentina: aseguradoras, abogados, médicos, policías...
Otra historia de dos personas: Sosa, el abogado sin licencia, y Luján, la médica drogadicta, que no sabe en qué lío se mete.
La adicción de Luján (impresionante Martina Gusman) no tiene nada de ese falso encanto poético de Nurse Jackie. En realidad no hay nada de encanto poético en esta película. Es dura, brutal, estremecedora.
Secuencia: Sosa va a hacer un favor a un amigo en paro. Fingirán un accidente. Le inyecta analgésicos, le destroza la pierna de un mazazo y se preparan para plantarse ante un coche. Ya lo han hecho más veces. En esta ocasión sale mal.
Esta película sí me parece fuerte. No nos coloca en situaciones límite como hacen los directores daneses. La brutalidad, la violencia, explota de repente en personas normales y situaciones cotidianas. Palizas con cajones de metal, palizas a mujeres usando cinturones, tiroteos en el hospital, atropellos preparados... Todo normal, como sin querer.
Con tanto jaleo, claro, algo tenía que salir mal.
2 comentarios:
Pues tiene buena pinta. Ya circula por ahi en dvdrip, me sabe mal no verla al cine para una vez que la ocasión promete...
Tampoco es super-super-buena. Está bastante bien y la violencia realmente te impacta. Pero no llega a la altura de "El secreto de sus ojos" y hay algunas cosas que están cogidas un poco por los pelos.
Quiero decir que quizá tampoco es estrictamente necesario el cine: es muy oscura y asfixiante y cámara en mano. No necesitas una gran pantalla para ver paisajes y cosas bonitas y escenarios grandiosos. La suciedad y sangre y rostros machacados sí.
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