17/6/09

Sabrina

Se presentó una buena ocasión esta semana para ver Sabrina en su doble versión, la original de Billy Wilder (1954) y la moderna de Sydney Pollack (1995). La moderna la echaron por la tele, la antigua la alquilé yo.
No es necesario entrar a valorarlas ni a compararlas.
Eso espero.
(Si alguien se muestra favorable a la película de 1995 le aguardo a las 11 de la noche, detrás del cementerio con los padrinos. Le dejo escoger arma).
Basta con ver nombres: Humphrey Bogart, Audrey Hepburn, William Holden; Harrison Ford, Julia Ormond, Greg Kinnear.
Pero hay algo que marca nítidamente la diferencia: Audrey Hepburn.
Su presencia es magnética, continuamente mimada por la cámara. Si Audrey está en el plano, entonces el resto del mundo no tiene nada que hacer. Podrían estar actuando, metiéndose el dedo en la nariz o jugando a los tazos. No nos daríamos cuenta porque Audrey capta la atención.
No es cuestión de belleza. Es una cualidad que pocas actrices/actores tienen. Y hasta cierto punto, supongo que no es necesario interpretar bien.
Audrey Hepburn sólo hay una.

4 comentarios:

muma dijo...

Estoy de acuerdo. ¿Quién más integraría la lista? ¿o eres de los que opinan que sólo ocurre con "ella"?

Individuo Kane dijo...

Pues por ejemplo, para irnos al otro sexo y al otro extremo, alguien de quien ya hablé hace no mucho: Charles Laughton. No se puede decir que sea el canon de belleza. Pero impone muchísimo. Su gestualidad te atrae sin remedio. Le ves junto a Marlene Dietrich en "Testigo de cargo" y, caray, pese a ser la Dietrich, él gana.

ECHEVE dijo...

No soy modisto, pero creo que lo mejor de "ella" en esta peli (y en otras) son los vestidos. Es que me parece un asunto más objetivable. El supuesto "magnetismo" de actores y actrices no me motiva comentario alguno. Supongo que existe, pero es irracional e indemostrable. Creo que suele hacer daño al cine como arte. La gente acaba acudiendo al cine para proyectarse en las caras de la pantalla o enamorarse "platónicamente" de ellas. Me parece un modo muy primitivo de acercase a un artefacto estético.
Y debo de ser muy raro, pero a mi Audrey no me transmite nada demasiado especial.

e dijo...

A mi Audrey tampoco me dice nada de nada, de hecho decididamente la describo como más pavisosa que magnética, siempre la veo la pose y los melindres. Magnética me parece Marilyn Monroe, por ejemplo .