30/3/08

Opérate, le decían

Hablábamos hace poco de Jessica Alba y hoy compartía cartel con Hayden Christensen, otro de los grandes guapitos de Hollywood. Confirmo lo que dije y lo hago extensible al varón. Tienen menos matices que los teleñecos.
Pese a ellos, la película funciona bastante bien porque te mantiene en un estado continuo de total angustia. La primera media hora te plantea el drama y luego te mete en ese quirófano en el que te gustaría subirte por las paredes. Justamente lo que no puedes hacer.
Christensen pasa por una percepción intraoperativa que derivará a una percepción extracorpórea y, para colmo, descubre que está en esa mesa de operaciones para que le maten. Lo mejor de todo es que el director utiliza la percepción extracorpórea como un recurso narrativo para elaborar los flashback. No hay fantasmas que aprenden el sentido del tacto, ni mensajitos en papeles.
No es grande, no es memorable. Pero es un guión original a medio camino entre el drama, el suspense, el thriller, lo fantástico... En medio de la lánguida sequedad de este triste desierto cinematográfico que surcamos, esperanzados y sedientos, Despierto es más que un vaso de agua. Aquarius, por lo menos.

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