23/7/18

Siberia


Andaba Keanu Reeves recuperando su carrera cinematográfica, rehabilitándose ante el público, tirando para adelante con la saga de John Wick. Y va y hace esta película. Lo peor que he visto este año.
Mientras la veía pensé: le sobran estos treinta minutos. Y luego: le sobra toda esta hora. Y después: le sobra todo. Nada tiene sentido. Todo es circunstancial, inverosímil, sin razón. Absurda de principio a fin.
Creo que el mensaje de fondo es que está feo traficar con diamantes y que si te dedicas a eso las cosas acabarán mal.  Pero decir que hay un mensaje de fondo en esta solemne tontería es decir mucho. No se puede considerar tampoco una peli de acción porque no la hay. Si pretende ser de espías merece un cero. Lo mismo si la piensas como peli de mafiosos o romántica o cualquier otra cosa.
Los diamantes, la vela, la chica, meter a la chica en una habitación que sabe que está ocupada por gente poco recomendable. Demencial. ¡Y qué diálogos tan idiotas! ¿Cómo puede alguien escribir esos diálogos? ¿Cómo puede aceptar alguien participar en un guión así?
En fin. Lo dejo. Una de esas pelis en las que no hay forma de rescatar nada bueno.

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