5/3/18

The Square


Hace ya un par de semanas que vi esta peli. No la había comentado porque quería comprobar si Hollywood tenía agallas para premiar con el Oscar a la mejor película extranjera a una película tan políticamente incorrecta.
No. No han tenido lo que hace falta. Justo lo contrario: han premiado a Una mujer fantástica que, en realidad, era la peor de las presentes. Pero eso sí: políticamente correcta.
Pero The Square es, desde luego, infinitamente superior. Ruben Östlund, tras Fuerza mayor, se marca otra película densa, llena de situaciones incómodas, cargadas de tensión. Escenas embarazosas, agresivas, provocadoras. De esas que quieres que se acaben cuanto antes. Pero el director las prolonga, tensando al límite.
Sin embargo no son desagradables porque sí. Es un cuestionamiento ético y estético. ¿El arte es arte por ser provocador? ¿Y el artista es ético por ser provocador?  The Square lleva las cosas al extremo para mostrar la banalidad que se oculta tras la hipocresía de cierto arte contemporáneo.
La película arranca con un mendigo tendido en la acera mientras una chica reparte folletos y pregunta si quieres salvar una vida. ¡Eh, chica, que el mendigo está ahí! Esperas que alguien diga eso, pero la multitud va enfrascada en sus móviles.
Y la obra de arte “El Cuadro”, el santuario para pedir y dar ayuda, se convierte en una mentira, la evidencia del egoísmo de la sociedad contemporánea. Me encanta el paralelismo con el cuadrado de gimnasia de las animadoras. No hace falta tanta tontería para mostrar, sin artificios, lo mismo: la cooperación para producir algo bello.
Y los prejuicios. Y los juicios ajenos. Cuando el protagonista decide hacer lo que cree que es correcto va a ser culpado igualmente. Como digo, una película que da para mucho.
Y ojo a Elisabeth Moss con el chimpancé. No es surrealismo, es otra metáfora de las cosas evidentes, presentes, tangibles de las que nadie quiere hablar. Hasta que el hombre, metáfora del mono, salta a la mesa de la cena de gala.
No te sorprendas si te sorprendes riéndote en algún momento. Es un mecanismo de defensa.
Para público minoritario, sin duda, pero muy sugerente.

No hay comentarios: