27/12/14

Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?

Matrimonio católico, conservador, degaullista. Tienen cuatro hijas. Por desgracia, la primera se casa con un árabe, la segunda con un judío y la tercera con un chino. Hasta que la cuarta anuncia que se casará con un católico… y oculta algún dato.
Un despiporre. En la línea de Ocho apellidos vascos pero con una ventaja: los gags están perfectamente integrados dentro de una trama general consistente y bien elaborada.
Los encuentros familiares, las rencillas entre yernos, el caos multicultural lleva a la cuestión definitiva: lo que nos une es mucho más que lo que nos separa.
Muy buen rollo, desternillante de principio a fin, amable, de esas que saben apreciar la vida. Me dio pena que se acabara. Y al resto de la sala también. Todos nos tragamos los créditos finales de pe a pa.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Por fin una comedia que merece la pena?

Individuo Kane dijo...

A mí ma pareció muy divertida. No dejé de reírme. Es bastante previsible y tira mucho de los tópicos sobre religiones/razas/culturas, pero deja muy satisfecho.