Hay cosas lo suficientemente inverosímiles e improbables como para interpretar la película en clave de metáfora: Gerard Butler, Clyde Shelton, como una personificación de la Justicia. Sin añadidos sobre la equidad, la misericordia, la comprensión. Justicia pura y dura. Uno es responsable de sus actos y paga por lo que hace mal.
Ahora bien. Si uno opta por el camino metafórico debe recorrerlo hasta el final, llegar a las últimas consecuencias. Y, como el director no se atreve a hacerlo, queda algo que ni fu ni fa. Ni es un buen drama ni una buena película de acción.
Podría haberlo sido, en serio. Le faltó este poquito de profundidad, de interés por hacer algo más allá de lo puramente comercial.
Pese a todo, me gusta la honesta brutalidad con la que cuestiona el Estado de Derecho y la aplicación de la justicia.
2 comentarios:
Al leer la sinopsis, pensé: toma, otra peli por y para energúmenos
Y podría no haberlo sido.
Aunque hay una escena de tortura con motosierra y demás parafernalia que demuestra que no tenían muy claro si hacer "Dexter" o "Doce hombres sin piedad"
Publicar un comentario