Buscando a Eric es una novedad en la filmografía de Loach e, incluso, una excentricidad.
Admito que durante una hora larga me interesó. Combinaba muy bien humor, drama, romance y clima social. La aparición de Eric Cantona ayuda a que todo se mueva con fluidez.
Pero luego, insertar al psicópata, buscar las vueltas de trama policiaca y la Operación Cantona, destrozan todo lo que de bueno tenía la película. Es algo así como una desfortunada parodia de Gran Torino al borde del surrealismo.
Todo para intentar llegar a un final feliz. Está claro que a Loach le cuesta ser feliz. Es increíble la que tiene que armar para conseguirlo.
Lo mejor, Steve Evets. Empezando por su palindrómico nombre.
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