Jerome David
Salinger,
más conocido como J.D. Salinger. Jerry para los amigos, si los hubiera
tenido. El que escribió El guardián
entre el centeno.
Si
contemplamos la peli como biografía, el personaje en sí, no me siento cómodo.
El J.D. Salinger que vemos es un tío muy normal, tan normal que es casi
anodino. No entendemos a ese hombre extravagante que se encerró y se aisló
voluntariamente del mundo. La guerra no es suficiente explicación. Si pretenden
que lo sea, no ha quedado bien explicado.
Si
contemplamos la peli como un reflejo y expresión de sus escritos tampoco acabo
de verlo. La dirección y el guión son académicos, convencionales. Y Salinger
era el polo opuesto a eso. Un estilo originalísimo, una literatura nueva, una
frescura narrativa que nadie ha logrado imitar, demasiado inteligente que
dijeron algunos.
Por
supuesto se centra en Holden Caulfield. Es inevitable porque es lo que leen
todos los estudiantes americanos. Pero yo siempre preferí a la familia Glass.
Porque refleja mejor quién es Salinger. Siempre he pensado que Holden
Caulfield reflejaba la necesidad de atención que Salinger requería. Pero
los Glass eran su otra cara: sabía que era mejor que los demás. A grandes
rasgos, claro, porque eso exige matices.
Lo
que quiero decir es que la película yerra en la forma de aproximarse a Salinger
tanto en la forma como en el fondo, en el estilo y en la comprensión. Que la
peli no funcione, explica muy bien por qué Salinger nunca quiso que se
hiciesen películas de su obra.
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