Vincent es peluquero en
un pequeño pueblo de Francia. Su vida es apacible, tranquila y nunca ha salido
de allí. Un día cree reconocer a la cajera del supermercado. Empieza a seguirla
para tratar de averiguar de qué la conoce. Y empiezan a suceder cosas cada vez
más raras.
En ese punto el
espectador empieza a cansarse de las repeticiones pero, por fortuna, Aude entra
en escena. Ahora comenzaremos a ver las cosas desde su perspectiva.
Película extraña. Me ha
agradado bastante pero no es excesivamente buena. Tiene puntos de originalidad,
ocurrencias y personajes estrambóticos. No se desliza excesivamente al terreno
de la comedia aunque haya secuencias que sí lo son (Psicosis). Procura mantenerse en el melodrama equilibradamente.
Es una pena que en algún momento decisivo (esa Nochevieja) caiga en el cliché.
En mi opinión lo que
cuenta la película (o lo que intenta contar) es que cuanto más conocemos a una
persona más misteriosa es. Rosalie Blum es la mujer de hoy construida sobre sus
errores y sus tragedias. Para Vincent es un misterio como desconocida, pero es
aún más misteriosa para Aude, mucho más cercana. Y a medida que ambos descubren
más sobre ella, más matices y riqueza encuentran.
Una de esas pelis que
no sé a qué tipo de público recomendar.
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