14/4/11

Río

Río es, básicamente, una muestra de afecto, un homenaje emocionado de Carlos Saldanha a su ciudad de origen.
Y se lo ha currado. Ha puesto ganas y corazón. Lo de la última especie de guacamayos azules, los pájaros protagonistas de la película, es una excusa para filmar Río de Janeiro por arriba (favelas), por abajo (carnaval) y de lado (fútbol). Es Brasil en su esencia y sus contrastes.
Y, aunque el guión no vaya muy allá, Saldanha te golpea con su derroche de colorido, una brutalidad en la paleta cromática, unos arranques locos de contrastes. Deslumbrante en el carnaval, en la selva, en los pájaros, en los bailes.
Para aquellos que odiamos el fútbol cada vez más, hay una escena muy divertida en la que los pájaros organizan el gran apagón justo cuando llega el gol.
Si te va la samba, vete a Río.

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