27/11/08

Un poco de estadística

La novela, curiosamente, consiguió pasar por encima de mis prejuicios. Novela romántica para adolescentes: chica humana, chico vampiro.
En principio, una cosa así está en las antípodas de mis gustos y creo que es el único ejemplar de su especie que he leído en mi vida si exceptuamos Romeo y Julieta. Pero Shakespeare es nivel aparte.
En Crepúsculo encontré confirmados mis temores sobre varios pasajes cursis, acaramelados, sentimentales, pasteleros. Pero me sorprendió el férreo control de Stephenie Meyer sobre los diálogos: logradísimos casi siempre. El asunto de la integración de la chica nueva en un nuevo instituto también estaba más trabajado de lo habitual.
Cuando vi que la convertían en película imaginé que todos esos diálogos rápidos, las réplicas ingeniosas, los matices de la situación, se perderían. Supuse que la reducirían a la simple historieta romántica, haciéndola indistinguible de todas las demás.
Se ha estrenado en Estados Unidos y estos son los resultados de las votaciones en imdb. Nunca había visto una diferencia tan grande en las calificaciones entre hombres y mujeres y, además, tan regular: los hombres alrededor del 5, las mujeres pasando siempre de 7.
Me intriga.

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