17/11/08

El último voto

Habría sido muy fácil convertir esta película en algo similar a Caballero sin espada. Kevin Costner haciendo de un James Stewart comprometido con la sociedad no es descabellado.
Habría sido igualmente fácil afilar los colmillos y, en plan demoledor, destrozar a base de sarcasmo e ironía todo el planteamiento de veneración a la democracia, al derecho al voto, al ciudadano que cree que pinta algo en todo ese entramado político.
Lo que no se admite es que la película quiera jugar las dos bazas: la bufonada y el patrioterismo. Pretender hacer ambas cosas a un tiempo implica volverse más manipulador que las supuestas manipulaciones que critica.
El último voto es presenciar, en dos horas, cómo Homer Simpson se convierte en Barack Obama.
Demasiado.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

ay qué plano calcado de Un mundo perfecto. Hubo un tiempo en el que la gente iba a ver pelis porque salía Kevin Costner. Qué cosas

Individuo Kane dijo...

No, si yo iba porque salía Madeline Carroll.
(Es broma).
Pero sí es verdad que la cría se convierte en el gran personaje de la película y se come al resto. Es muy graciosa la escena en que mantiene una discusión con Stanley Tucci en el Air Force One y lo hace francamente bien cuando llora ante el resto de la clase explicando los motivos por los que su padre no puede estar allí.