8/6/06

Picnic

Si esta película la veo ahora por primera vez no me causaría el mismo efecto y, quizá, incluso la tacharía de un tanto ñoña aunque sigue siendo una gran película. Pero la vi siendo un adolescente y, la verdad, me impactó. Estamos en un pueblecito de Kansas y los lugareños se preparan para celebrar un picnic, elegir a la reina de la fiesta y pasar un feliz día de campo. Kim Novak, la chica guapa, esta comprometida con Cliff Robertson, el joven rico del pueblo. Entonces aparece William Holden, un trotamundos, para pedir trabajo a su amigo Cliff. Pero durante el picnic, William Holden y Kim Novak se enamoran. El costumbrismo local es sugerente, la galería de personajes encantadora (sobre todo Susan Strasberg, la hermana adolescente de Kim Novak) y la tensión que se genera un lujo. Sobre todo porque el espectador percibe lo que sucede mientras los protagonistas se dan cuenta demasiado tarde, cuando todo estalla. Es posible que a sus 73 años Kim Novak haya tirado la toalla. No sé cómo anda de salud. Pero hace mucho que no aparece en las pantallas y, a veces, la echo de menos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Dices que ahora la tacharías de ñoña, pero la verdad es que por entonces se llevaban esas cosas. Las películas de la época solían mostrar una sociedad más inocente que la nuestra, más sencilla que la nuestra y más ordenada que la nuestra. Hoy en día se llevan las películas de acción y efectos especiales, con chicas guerreras y transgresoras. Pero son sólo tendencias. Ahora se hace mucho cine, hay mucho de todo, pero poco es ya inoconte y está mal visto que una chica se sonroje. Antes los niños cantantes cantaban sobre el perro de su barrio y ahora sobre las preferencias de Victoria Adams Beckham (antes muerta que sencilla). Cada época tiene sus cosas y tampoco hay por qué sentir nostalgia.

Como dijo mi amiga L: "Cuando los hombres llevaban sombrero, las cosas se hacían de otra manera".

Individuo Kane dijo...

Bien, creo que no debí utilizar la palabra ñoña porque, si bien es cierto que al principio parece estar contándote una historieta bonita de un pueblecito, el final te golpea con ganas. Y, la verdad, los temas eran tratados de un modo bastante crudo para su época.
Me encantaría usar sombrero.