-La
vida es el naufragio de nuestros planes.
La
cámara está casi siempre en continuo movimiento, travelling en cada plano, como el fluir del agua. Aunque a veces
canse un poco, creo que es una buena idea.
Guillermo del
Toro sabe darle a la
historia ese tono de cuento gótico, con los musicales de la tele, con su
estética de tonalidades casi siempre oscuras… Pero evade bien los clichés
habituales. Tiene una fuerte personalidad visual. La instalación científica,
por ejemplo.
Y
logra una gran fuerza en su historia romántica: la chica muda y el tritón. La
bella y la bestia reformulada con verdadera originalidad. De fondo las
diferencias: negros, rusos, tritones…
Sally Hawkins es una señora
menudita, pero es una actriz muy grande. Siempre. Y si la apoyan Octavia
Spencer, Richard Jenkins y Michael Shannon mucho mejor.
Anoto
una posible incoherencia: el tritón es de agua salada pero se repite varias veces que
fue encontrado en el Amazonas.
Bonita,
poética, sugerente. Guillermo del Toro ha rodado una historia con alma.
Quizá se ha dejado llevar demasiado por la emoción y las metáforas pudieron
depurarse más, cortar algo de aquí, añadir algo allá. Pero está llevada con
buen ritmo y engancha.
Leo
en varios sitios interpretaciones simplonas: el amor no tiene forma. Y no. No
es eso lo que cuenta la peli. La forma se refiere al misterio. El misterio del
amado o la amada, el misterio del otro. Y especialmente de Dios, de hecho se
insiste bastante en la divinidad del tritón.
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