Una peli que desconoce en qué liga juega.
Está claro, con ese final, que pretendían crear una saga en plan Bond o Bourne.
Digo pretendían porque dudo mucho que haya continuidad. Creen estar fabricando
la obra maestra de espionaje y da para un aprobadillo justito. Poco más que una
serie B.
En el reparto están Olga Kurylenko, James
Purefoy y Morgan Freeman para reafirmar sus deseos de
superproducción. Pero la dirección y la trama dejan muchísimo que desear por
culpa de un guión de una pobreza notable. Esos diálogos pretendidamente
humorísticos son muy patéticos.
Ahora bien. Es acción de principio a fin. Un
atraco a un banco tras unos diamantes. Y un dispositivo electrónico que quiere
un senador americano para provocar una guerra. A partir de ahí todo son
persecuciones, tiros, explosiones… Un entretenimiento que funciona
relativamente bien.
Si se hubiese quedado en eso, una de acción sin más,
me parecería decente. Pero las aspiraciones no están hechas para ella y es lo
que le pierde.
No hay comentarios:
Publicar un comentario