27/9/08

Passengers

Como en Perdidos, hay gente andando por una playa entre los restos de un avión en llamas, un perro esquimal sustituto de un oso polar, un hombre trajeado que se evapora entre los árboles y personas que desaparecen misteriosamente.
Como en El sexto sentido hay una psiquiatra que lleva la atención de los cinco supervivientes del vuelo. Pero sospecha que tras el accidente hay algo más.
El problema no es que copie sin ningún rubor; tampoco es problema que, a la media hora, sepas cómo va a ser el final, que lo veas venir desde lejos y que no haya ni una sorpresa; ni es problema que la subtrama romántica para rellenar los huecos sea lenta y bastante aburridilla. El problema de verdad es que te deja absolutamente indiferente.
La peli es para que se la pongan al productor hasta que le sangren los ojos, a ver si se entera de que ya se hicieron El sexto sentido y Perdidos. A Rodrigo García ni le va ni le viene: a él le pagan y ya está.

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